San Andrés Islas - Parte II

Hoy el día ha estado gris. Después de una semana casi entera pasada por sol y buen tiempo en general, el que de repente se aparezca un día gris, lo deja a uno fuera de base. Claro, que yo no me quejo. Ya D me había adelantado un poco sobre el famoso clima de abril, y no me tomó por sorpresa. No es que me disgusten los días grises, de hecho, en mi ciudad, donde el sol brilla y quema, y donde la humedad es tan elevada, yo era feliz con los días grises. Pero, sé que existen personas que se ven severamente afectadas por los mismos. Espero no convertirme en una de ellas con el paso del tiempo. 

Para ponerle un poco de color a este día, y porque además, me parece terrible que lo primero que encuentren las personas que visiten el blog durante este fin de semana, sea algo tan negativo como lo es la envidia, hoy escribiré la segunda parte sobre San Andrés islas. Si no haz leído la primera parte aún, te recomiendo leerla antes de continuar con la publicación de hoy. Así todo tendrá más sentido. 


Después del suculento almuerzo y de relajarnos frente al mar, seguimos con el recorrido. Fotos con atardeceres espectaculares no fueron posibles. La lluvia arruinó todos los planes. Hicimos una parada en un lugar estratégico, donde el mar era tan pero tan hermoso, que de verdad me es difícil encontrar las palabras correctas para describirlo. Nuestros amigos alemanes recogieron un poco de arena en ese punto. No sé si ya lo conté, pero ellos se trajeron a Alemania una botella llena de arena de las diferentes playas e islas que visitamos, y la tienen ahora como decoración y recuerdo en su apartamento. Se trajeron además un pequeño manglar. Si sobrevivió, eso no lo sé. Pero les preguntaré en un par de días, pues otros de nuestros amigos se casan! 

Nosotros aprovechamos la parada, para lanzar a tan hermoso mar, la llave del candado que Mr D me entregó cuando nos comprometimos. Eso significa que, el candado se encuentra colgado en el puente de Hameln en el cual D me pidió matrimonio, y la llave del mismo se encuentra en el mar caribe. Nuestra historia de amor siempre ha sido así, llena de detalles y momentos únicos.


Parte del día siguiente la pasamos en el Rose Cay, conocido popularmente como el acuario o cayo acuario. Para visitar este cayo y los que se encuentran a su alrededor, compramos zapatillas especiales. Lo cual te recomiendo hacer, pues en éstos cayos predominan los arrecifes de coral y la arena coralina. Si no quieres lastimarte los pies, es mejor llevarlas. En muchos lugares los alquilan, de hecho, en el pequeño kiosco donde uno da a guardar sus pertenencias, es posible alquilarlos. Pero, a mi me parece un poco antihigiénico. Además esas zapatillas las encontrarás a precios módicos en muchos lugares de San Andrés. 
Este cayo se encuentra al este de la isla, aproximadamente a 30 minutos en lancha y, al igual que San Andrés, es increíble. No por nada lo conocen más como cayo acuario. En este lugar podrás nadar con un gran número de peces y especies marinas. Es perfecto para hacer snorkeling y hasta nadar y tocar mantarayas! Esta fue una maravillosa experiencia para todos nosotros. Y lo más espectacular es que, puedes ir de un cayo a otro caminando por los arrecifes de coral. Pasas de Rose Cay a Haynes Cay andando. Verás muchos erizos de mar y otras especies. 


El último día en la isla, nos fuimos también en lancha a otro de los famosos cayos cercanos a San Andrés: Johnny Cay. Durante todo el viaje en lancha, podrás apreciar el mar con sus 7 colores en todo su esplendor. Es un momento para no hacer nada más que disfrutar de las vistas, del momento. 
Una vez en Johnny Cay, buscamos un lugar apartado del bullicio, porque hay una parte donde en este pequeño cayo, los restaurantes se mezclan con la venta de cócteles típicos de la isla, el agua de coco, el coco biche y la música isleña. Si lo que buscas es un poco de tranquilidad, es mejor apartarse un poco. No será tan difícil encontrar un lugar cobijado  por palmeras y con espectaculares vistas al mar. 
Compramos coco biche, por supuesto con agua y todo incluido. Los isleños pelan el coco frente a tí y te entregan todo para que puedas después comer la "carne" del coco. Mr D ese día parecía un colombiano más, con su camiseta de la selección, su sombrero vueltiao y comiendo coco frente al mar. Queremos regresar!!




En Johnny Cay no fue tan fácil bañarse en el mar. Por lo menos no en la parte donde estábamos. La vista era linda, pero había poca arena, y bastante piedra coralina, que combinada con un fuerte oleaje, puede no ser muy segura. Sin embargo, siempre te encontrarás con animalitos que posarán para tu foto o bonitos paisajes. 



Y ahora nos hemos quedado con ganas de playa, brisa y mar. Tanto que estamos empezando a repensar nuestras vacaciones de fin de año. Por lo pronto, nos conformamos con un poquito de música latina y ritmos caribeños. Mr D está por aquí a mi lado, y estamos escuchando precisamente ese tipo de música para alegrar el ambiente y cambiarle la cara al viernes gris.  
Habías escuchado de San Andrés? Has visitado la isla anteriormente? No te parece un hermoso lugar?

Buen fin de semana!!


4 comentarios

  1. Después de largos inviernos y días grises en estos países es imperativo tomar una vacación soleada para mantener nuestra paz mental  . Hace unos días reflexionaba de mi vida en Venezuela donde en mar estaba allí al alcance de la mano y a veces pasaban semanas sin ni siquiera asomarme para ver el amanecer….sin embargo ahora lo añoro cada invierno.
    saludos
    iela

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    1. Cuanta verdad en tus palabras, querida Iela. Muchas veces, unas conscientes, otras no tanto, we tend to take things for granted. Y luego, en nuestros momentos de reflexión, empezamos a añorar aquello que un día tuvimos frente a nosotros, y hoy no es tan fácil de conseguir. Me ha pasado, pero gracias a las reflexiones, hoy soy mucho más cuidadosa en ese aspecto y trato de vivir y disfrutar el momento. Aprovechar las oportunidades, agradecer.
      Abrazos

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    2. Me alegra mucho que hayas podido disfrutar de ese viaje a San Andrés... He estado 2 veces y las dos lo disfruté muchísimo.
      Espero poder llevar a "mi alemán" la próxima vez que vayamos a Colombia. Por ahora hemos ido a Cartagena, Santa Martha, Barranquilla (2 horas), Bucaramanga y Bogotá... Quizás la próxima Medellín y San Andrés, repitiendo, eso sí, Cartagena porque aparte de ser mi ciudad natal, la vez pasada el tiempo se nos quedó corto.
      Apenas llegué hoy a tu blog, a punta de clicks, y me ha encantado leerte. ¡Saludos desde el sur de Alemania! :)
      Elisa

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    3. Hola Elisa,
      Me emociono mucho cuando encuentro blogs de colombianos, y más si sus temáticas son similares a las del mío. Gracias por descubrir el blog y que bueno disfrutes leyéndolo. Me llena de mucha ilusión!
      Veo además que tenemos muchas cosas en común, pues ambas hemos vivido un par de años en USA, luego España y ahora en Alemania. Maravillosas coincidencias!

      San Andrés nos encantó y Cartagena, qué te puedo decir? es una de nuestras ciudades favoritas!
      Dentro de un par de semanas volaremos a Colombia y no te imaginas la emoción que nos embarga. No vemos la hora :-)
      Muchos saludos de regreso y estamos en contacto

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