A hot weekend in Berlin 2015

Quizás no fue el único, pero si uno de los pocos fines de semana, en los que la temperatura y el nivel de humedad estuvieron tan elevados, al punto de ser poco aptos para seres vivos.  No estoy exagerando. El fin de semana del 4 de Julio de 2015, una ola de calor invadió gran parte de Europa. Y justo para ese fin de semana, semanas atrás, habíamos programado un viaje a Berlín. 

Para este viaje decidimos ir en bus y así ahorrarnos dolores de cabeza tratando de conseguir un lugar donde parquear o el tener que pagar precios elevados por noche de parqueo. Por supuesto también consideramos viajar en tren, pero la diferencia de precios era tan abismal, que el bus ganaba sobrado: en total pagamos por los dos ida y vuelta, lo que en tren costaba el ticket de ida de 1 persona. Afán por llegar no teníamos, pues ambos habíamos estado en Berlín, y la razón del viaje era burocrática, que decidimos complementar con turismo. Por eso pedimos la cita para un lunes. Y así utilizar sábado y domingo para recorrer Berlín, esta vez, juntos. Viajamos en un bus con todas las comodidades y climatizado, importantísimo para un día donde el calor era agobiante. Pasadas aproximadamente 4 horas llegamos a Berlín ZOB. 

Reichstagsgebäude

Holocaust-Mahnmal

En medio del caos que normalmente caracteriza a las terminales de transporte y después de esperar cierto tiempo en una larga fila, compramos una Berlin welcomeCard de 72 horas para cada uno. En el mapa que viene junto con la guía, ubicamos nuestro hotel y luego la línea de U-Bahn más conveniente. Por supuesto ésta estaba donde el diablo dejó la cola. Así que a caminar bajo el inclemente sol, que en aquel momento aún era soportable. Por lo menos para mí que vengo de un clima bastante tropical. 

Después de un largo y asfixiante recorrido en U-Bahn, llegamos a nuestro hotel. Hotel que elegimos por su cercanía al consulado de Colombia en Berlín y a otros puntos de la ciudad que ambos no habíamos visitado. Era hora de almorzar! Por suerte encontrar un restaurante no fue un problema. Pero qué calor hacía! Lo que experimenté ese fin de semana en cuanto al clima fue bastante particular. Las altas temperaturas y elevada humedad no me son extrañas, viví por más de 22 años en una ciudad donde es lo típico, pero, cuando en Alemania hace calor, normalmente el aire es seco. No encontraba aire para respirar, sentía que me quedaba sin aire, literalmente. 
   
Puerta de Brandenburgo

Como teníamos prácticamente frente a nosotros uno de los más grandes y famosos centros comerciales en Alemania, KaDeWe, decidimos entrar. Principalmente para refrescarnos, ver cosas bonitas, otras excéntricas, precios que te dejan con cara de wth?!? y un área de delicatessen gigante, donde todo se ve exquisito. 
Al salir, la temperatura era ahora sí, insoportable. Pero había que seguir, solo que en ese momento, decidimos que íbamos a mezclar caminatas con museos. Más que todo por el calor, el sol que quemaba y porque conocíamos ya muchos de los sitios turísticos. Que no  dejamos por fuera, porque al mal tiempo buena cara. Estábamos en Berlín, y sí, el clima no ayudaba, pero quedarse en el hotel no era una opción. Todo se ve mucho más bonito cuando contrasta con el azul del cielo y una que otra nube. Además, pensábamos en días como el de hoy, fríos muy fríos y en lo poco que el sol se deja ver por estos lados. Quejarse, tampoco era opción. 

Un día de verano en Berlín

Por suerte, cerca de la gran mayoría de atractivos turísticos, también hay un museo, un restaurante de toda la vida y con buena pinta, bancas, áreas verdes o lugares para refrescarse un poco. De las partes que yo no había visitado, estaba el checkpoint Charlie. En aquel punto, y luego de las fotos y de comentar un poco sobre la historia del lugar, discutimos si entrar o no al Mauermuseum. Al final nos decidimos por el no y seguimos caminando hasta llegar a otro museo, no muy lejos del Checkpoint Charlie, conocido como Topographie des Terrors. Ubicado en el sitio donde durante el régimen nazi, estuvo la sede principal y cuarteles de la policía secreta del estado, al igual que el escuadrón de protección. Es el único lugar donde el muro no fue derribado y donde se conserva el segmento más largo del mismo. Por más que uno no quiera, es imposible no pensar en todas las personas que fueron ejecutas o torturadas en ese lugar. Al hacer esta foto, donde se mezcla un cielo azul despejado, un ambiente tranquilo, con un muro lleno de historia y un globo publicitario del periódico alemán die Welt, -el mundo en español-, nos quedamos casi que congelados por un segundo. Luego y sin pronunciar palabra alguna, nos abrazamos fuertemente. Teníamos los corazones encogidos. 

Topografia del terror

Pero como dicen muchos, el show debe continuar, y así continuó nuestro recorrido. Visitas a uno o varios puntos de interés, y seguidamente a un museo. Frente a la catedral,se encuentra el DDR Museum, que aprovechamos para visitar. Tratando de llegar a él después de haber pasado un tiempo a las afueras del Dom, estábamos en un semáforo peatonal esperando luz verde para cruzar. Al otro lado de la calle se veía una bonita imagen de un jardín colgante en una pared con tablones de madera, de los cuales colgaban saquitos de yute con las plantitas. Todo el tiempo que esperé en el semáforo estuve convencida que todo era una imagen. Pero no!, al cruzar y acercarme, me di cuenta que los saquitos y las plantas eran reales. Me encantó. 

Curiosidades de Berlin

Otro de los museos que visitamos fue el museo judío en el distrito de Kreuzberg. No se por qué pensamos que hacer fotografías al interior estaba prohibido, y al entregar nuestros bolsos, dejamos también la cámara. Una pena, porque sí que se puede hacer fotos, y el museo tiene espacios interesantes fotogénicamente hablando, aunque por otro lado, el haber dejado la cámara, nos permitió estar más presentes en el momento. 

Camino al museo vimos un restaurante llamado Paracas, con especialidad en comida latinoamericana. A Mr D se le iluminaron los ojos y dijo que al salir, teníamos que regresar por la misma calle, para entrar y almorzar en ese restaurante. Y eso hicimos. La carta era una mezcla de comida peruana, argentina, mexicana. Todo muy rico, buen ambiente y atención. 

Berlin en 3 días

En general fue mucho lo que recorrimos y descubrimos durante nuestra estadía en Berlín. Al final, el hecho de que la temperatura estuviera tan elevada, nos ayudó a animarnos a visitar lugares que uno normalmente deja como última opción al visitar una ciudad: los museos. Y la verdad es que ninguno decepcionó. Bueno, el museo de cera, que dejamos para el último día, me lo imaginaba más grande y con muchas más figuras. Sentí que de un momento a otro, entramos y zas, en un abrir y cerrar de ojos, ya estábamos en la tienda de souvenirs que se encuentra a la salida. Y así, como Oliver Kahn en esta foto, así quedé cuando vi que todo había llegado a su final. 

Figuras museo de cera Berlín



5 comentarios

  1. Veo que disfrutasteis bien de mi ciudad :) Echo de menos esas temperaturas que tuvimos hace meses, ahora hace demasiado frío!!!! Un saludo !

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    1. Sí, la verdad no nos podemos quejar. La pasamos muy bien en Berlín. Lo de las temperaturas de verano, no creo que la de ese fin de semana del 4 de julio la eches de menos, estuvo fatal jajajaja. Y por lo que he leído en varias de tus publicaciones, no eres mucho de calor :-) Abrazos -8-

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  2. Q lingos recuerdos trajiste a mi mente. He visitado varias veces Berlín y creo q la visitaría 1000 más. Me encanta!

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    1. Tenemos que pensar seriamente en el encuentro de bloggers colombianas en Europa que propuso Mafe... De pronto en Berlín? Abrazos, Di!!

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    2. Siiiiiii, hagamoslo...por donde andas Mafe???

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